viernes, 7 de febrero de 2025

Las huellas defensivas del pasado en el Valle de Lecrín

Conocido como "Iqlīm Garnāṭa" (traducido como distrito de Granada) o "Iqlīm al-Qaṣb" (región de la caña de azúcar) por ser zona de paso hacia las plantaciones de caña en la costa de Granada, el Valle de Lecrín está conformado en su totalidad por 8 municipios: Albuñuelas, Dúrcal, El Valle (Melegís, Restábal y Saleres), Lecrín (que comprende los núcleos de Acequias, Béznar, Chite, Mondújar, Murchas y Talará), Nigüelas, Padul, El Pinar (que incorpora Ízbor, Pinos del Valle y Tablate) y Villamena (con Cónchar y Cozvíjar), que ocupan un área total de 460 Km2. 

Fue un importante centro agrícola y comercial durante el dominio musulmán de la península ibérica. Su ubicación estratégica entre diferentes comarcas, como la Vega de Granada, la Costa Tropical y las Alpujarras, lo convirtió en un lugar de paso y comercio. 

Marcado por una profunda huella árabe en la zona, hay restos aún visibles en la arquitectura, la agricultura y las tradiciones locales. Hoy os hablamos del sistema defensivo propio de nuestro Valle, que contaba con tres tipos de elementos característicos: 

1. Las torres de alquería (Marchena, Torre del Tío Vayo en Nigüelas), que solían ser estructuras elevadas, generalmente de planta cuadrada o rectangular, que formaban parte del conjunto de una alquería (pueblo, caserío o explotación agrícola que incluía viviendas para la familia, estancias para el ganado y almacenes para las cosechas). La función principal de estas torres era la vigilancia y la defensa de dichas alquerías ya que desde ellas se podían observar los alrededores y alertar en caso de peligro. 

2. Los Castillos (Nigüelas, Lojuela, Dúrcal, Restábal y Mondújar), pertenecientes a la extensa red que El Reino Nazarí de Granada(1232 a 1492) construyó para proteger sus fronteras y controlar el territorio. El Valle de Lecrín por su importancia estratégica, contó con numerosas construcciones de este tipo, cumpliendo en particular en nuestra región, además de un propósito militar, un fin como centros administrativos y de comunicación. Parece que algunos de estos castillos reutilizaban muros o torres de épocas anteriores, como la romana o visigoda. A menudo se construían en lugares elevados, con vistas panorámicas sobre el valle y los caminos, lo que permitía una fácil vigilancia y defensa. 

3. Las Atalayas (Cónchar y Albuñuelas), que eran torres de vigilancia construidas en lugares elevados para poder observar un área extensa y dar aviso de lo que se descubría, especialmente en situaciones de peligro o emergencia. Se usaban comúnmente como sistemas de comunicación para alertar sobre la llegada de enemigos o para señalar situaciones importantes. 

¿Conoces los restos que aún se conservan?

Si aun no la has recorrido, te invitamos a seguir nuestra ruta. 


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